Cultura

Las comidas y postes típicos son: Torrejitas de maíz, es un postre frito hecho en su mayor parte de maíz. El sancocho de gallina, es un cocido típico, cocinado en fogón de leña, que se compone de gallina de patio, ñame, orégano, mazorca y cilantro siendo esta hierba la que le da su sabor característico. Tamales, son muy tradicionales en esta provincia, sin embargo lo son aún más en la mesa navideña. Se componen de maíz y de relleno pueden tener pollo, res o carne de cerdo Suspiros, es un postre que tiene forma de espiral y que esta hecho de harina, almidón de yuca y azúcar. Alfajores, este postre consta de dos galletas hechas de harina y diferentes tipos de azúcar que en el centro tiene manjar y caramelo.

CAR­NAVALES:  El car­naval es una de las prin­ci­pales fes­tivi­dades en el Distrito de Los Santos, siendo el más impor­tante el del Corregimiento de La Villa. Durante el car­naval, la ciu­dad vive todo su esplen­dor. Con una duración de cua­tro días y 5 noches, el car­naval de Los San­tos es muy recono­cido en Panamá. Sus prin­ci­pales atrac­tivos son sus famosos cule­cos o majadera, que con­siste en rociar con agua (limpia y purifi­cada) a los par­tic­i­pantes de esta activi­dad desde carros  cis­ter­nas, que son ubi­ca­dos a lo largo del recor­rido de las tunas, mien­tras se admira el paseo de las reinas de ambas calles (calle arriba y calle abajo). Las reinas del car­naval, sobre espec­tac­u­lares car­ros alegóri­cos, ade­cua­dos y acondi­ciona­dos para esta activi­dad diurna, acompañadas de la murga y las tonadas preparadas para dicha cel­e­bración, desfilan por el parque  cen­tral. El car­naval san­teño se car­ac­ter­iza por el lujo y esplen­dor mostra­dos en los disfraces de las reinas y sus damas, y en los espectaculares dis­eños y acaba­dos de los car­ros alegóri­cos tanto diurnos (de cule­cos o majaderas), como los noc­turnos. A todo esto se añade el garbo y donaire de la mujer san­teña, rep­re­sen­tado en sus reinas y en las damas de su corte, que hacen de este car­naval, uno de los más ale­gres y mejor orga­ni­za­dos de Panamá.

SEM­ANA SANTA: La cel­e­bración de la Sem­ana Santa toma mayor rel­e­van­cia en la Villa de Los Santos, ya que allí hay una población que con­serva las tradi­ciones reli­giosas.
El Domingo de Ramos en la mañana, en esta región del país, se desar­rolla el acto de ben­di­ción de pal­mas, el cual sim­boliza la entrada tri­un­fante de Jesús a Jerusalén.
La Villa de los San­tos pre­senta durante toda esta sem­ana mayor estam­pas de los que fue la vida, obra y sufrim­iento de nue­stro señor Jesucristo.

FERIA INTER­NA­CIONAL DE AZUERO: La Feria de Azuero surgió por la idea de un grupo de azuerenses encabeza­dos por Don Manuel Gar­cía Castillo viendo la necesi­dad del sec­tor agropecuario, indus­trial y un área para realizar otro tipo de activi­dades; y la Primera se real­izó en 1944. Bajo la pres­i­den­cia del Dr. Eze­quiel Rodríguez en 1962 se orga­nizó for­mal­mente la Feria de Azuero evento fer­ial con gran interés nacional e inter­na­cional por 47 años con­sec­u­tivos.

El 29 de diciem­bre de 1970, el Pres­i­dente dela República Don Demetrio Lakas, dictó el decreto 406 medi­ante el cual el Patronato de las Ferias de Azuero enti­dad con per­son­ería jurídica se encar­gará de orga­ni­zar y pro­mover las ferias de Azuero. En 1995, la Aso­ciación de Ferias Inter­na­cionales de América ( A.F.I.D.A.) la declara como Feria Inter­na­cional, llenando los req­ui­si­tos que la acred­i­tan y así formar parte de tan impor­tante aso­ciación bus­cando abrir nuevos hor­i­zontes a pasos firmes con el desarrollo. Anual­mente dis­tin­gui­dos ciu­dadanos de las provin­cias de Her­rera y Los San­tos toman el reto de lle­var ade­lante el evento fer­ial; siendo el recurso humano fundamento sobre el cual recaen deman­das de dis­posi­ción, capaci­dad, ini­cia­tiva, coop­eración y organización. Desde 1995 la Feria Inter­na­cional de Azuero ha estado mejo­rando las infraestructura,s prop­i­ciando la edi­fi­cación de nuevas áreas en sus 18 hec­táreas, cubriendo los intere­ses com­er­ciales, empre­sar­i­ales, sociales etc. Estas hec­táreas debida­mente cer­cadas cuenta con siete puer­tas de acceso, área peatonal, área pecuaria, área de esta­cionamien­tos gen­erales, Pista de Lazo, Pista Equina, Salones que brin­dan ser­vi­cios para todo tipo de even­tos como el Salón Audi­to­rio con capaci­dad para 900 per­sonas, Salón Pres­i­den­cial, Salón Pecuario y de reuniones, Salón La Ronería, La Hacienda del Ganadero, Jardín Expre­siones de mi Tierra entre otros.

COR­PUS CHRIST:I Las cel­e­bra­ciones del Cor­pus Christi en la Villa de Los San­tos, tienen vigen­cia desde los tem­pra­nos días de la colo­nia. Aunque se trata de una fiesta reli­giosa, las cel­e­bra­ciones en esta local­i­dad tienen tam­bién un carác­ter fol­clórico, al com­bi­nar la tradi­cional pro­ce­sión con dan­zas y cos­tum­bres locales. La Aso­ciación Rescate de Dan­zas «Miguel Leguízamo» ha pro­movido la con­ser­vación de estas tradiciones y el estu­dio de sus orígenes.

VESTIMENTA

DAN­ZAS: Las cel­e­bra­ciones del Cor­pus Christi en La Villa de Los San­tos, tienen vigen­cia desde los tempranos días de la colo­nia. Al cel­e­brarse cada año ésta fes­tivi­dad religiosa-​tradicional, muchos son los cues­tion­amien­tos sobre todo lo que ella encierra y su relación directa: Igle­sia (Religión)-Tradición (Pueblo) como legado fol­clórico, el caso de las dan­zas y las cos­tum­bres que por muchísimo tiempo se han con­ser­vado en las mismas.

DANZA DE LOS DIA­BLI­COS SUCIOS
 La Danza de Dia­blico Sucio puede con­sid­er­arse entonces como la más antigua tradi­ción o representación en las cel­e­bra­ciones de Cor­pus Christi en La Villa de Los San­tos y con el tiempo se le incor­po­raron ele­men­tos clara­mente his­páni­cos como el cas­tañuelo, el repique de pie o zap­ateo y el acom­pañamiento musi­cal con la mejo­ran­era, además de una core­ografía que se con­sti­tuyó como ele­mento esen­cial en las otras dan­zas que fueron surgiendo con el cor­rer del tiempo. La historia de esta danza nos señala que en prin­ci­pio el atuendo uti­lizado respondía a un vestido de color liso al que se le agre­ga­ban rayas negras pin­tadas con car­bón y rayas rojas pin­tadas con achiote, que al mezclarse con el sudor del actor tomaba una apari­en­cia total­mente «Sucia» y de allí su deter­mi­nación como Dia­blico Sucio con la que hoy día se conoce.

PASEO DE CALLE
 Se le denom­ina así a la música y al paso que se uti­liza para «dan­zar» en el recorrido que la misma hace por las calles en su traslado de un esce­nario a otro donde rep­re­sen­tarán los com­po­nentes totales de la danza que estos pueden ser:

BAILE DEL DIABLICO
 Este es el baile propi­a­mente dicho del dia­blico por su ritmo y sus com­po­nentes, es el primero que se eje­cuta al lle­gar a los difer­entes esce­nar­ios (salas de las res­i­den­cias) donde se rep­re­sen­tará la danza. El mismo con­sta de una core­ografía que en los otros rit­mos se repite igual, cuya estruc­tura responde a: ·         Paseo ·         Vuelta Afuera ·         Vuelta Aden­tro ·         Cade­nas ·         Cruce ·         Vuelta en Redondo ·         Cruce (nue­va­mente) ·         Remate o Final Hoy día el orden ha vari­ado según los pro­pios dan­zantes y por las condi­ciones en que se presentan, ya que se omiten algunos pasos y se sim­pli­fica la danza.

BAILE DE MEJO­RANA DEL DIABLICO
 El ritmo que señalamos ante­ri­or­mente lo eje­cu­tan todos los par­tic­i­pantes de la danza o agru­pación, mien­tras que la mejo­rana del dia­blico es un baile de «solista». Al son del ritmo de la mejo­rana el eje­cu­tante repica en zap­ateo los pies, en acorde rít­mico con las cas­tañue­las, haciendo una demostración plena de destreza y habil­i­dad que emo­ciona a quienes pres­en­cian la misma. La mejo­rana del dia­blico se ha con­sti­tu­ido en una impor­tante eje­cu­ción de esta danza.

LA CUMBIA DEL DIABLICO
 Las voces de ori­gen africano Cumba, Cumbe­mbe, Cumbié y que derivaron en el tér­mino Cumbia, sin duda alguna deter­mi­nan un tipo de ritmo que en América se hizo Pat­ri­mo­nio Cul­tural y por ende en Panamá se le denom­ina a un ritmo musi­cal específico.

EL TOLETÓN
 El Toletón se eje­cuta en grupo, con un ritmo lento y cer­e­mo­nial donde el diablico se luce con mucho garbo y don­aire majestuoso.

DANZA DE DIA­BLI­COS LIMPIOS O GRANDIABLO
 Muy poco se conoce a fondo de la intro­duc­ción de estas rep­re­senta­ciones en las fies­tas de Cor­pus en La Villa de Los San­tos y se rela­cio­nan los detalles que se han inves­ti­gado sobre esta incorporación en América, y por ende en La Villa, donde clara­mente las rep­re­senta­ciones que sobre­vivieron nos señalan toda una rep­re­sentación de la lucha por un alma en pena, donde el Diablo Mayor acompañado por una com­parsa de dia­b­los, ver­bal­mente con­tra San Miguel Arcángel expo­nen razones de ambas partes una el bien, la otra el mal, camino que debe decidir el alma, final­izando la farsa con la vic­to­ria del Ángel   La core­ografía que pre­senta esta danza es igual a la de los dia­bli­cos sucios, com­puesta por ele­men­tos tales como: ·         Danza ·         Vuelta Afuera ·         Vuelta Aden­tro ·         Cade­nas ·         Cruce ·         Vuelta en redondo ·         Incluyese a esta los saltos para decir versos ·         Torre ·         Remate o final

DANZA DE LA MON­TEZUMA ESPAÑOLA
 La Danza de la Mon­tezuma Española de La Villa de Los San­tos es uno de los más pre­ci­a­dos lega­dos que durante la cel­e­bración del Cor­pus Christi ha man­tenido vigen­cia. Tratando de estable­cer sus orí­genes, esta man­i­festación con­siste claramente en una rep­re­sentación teatral y sobre ello Julio Arose­mena Moreno en sus estu­dios señala, que en Tlax­cala, Méx­ico se rep­re­sen­taron «autos» y obras teatrales tales como «La Con­quista de Rodas» y «La Destruc­ción de Jerusalén» en el año1539 y señala pres­en­cia del Cor­pus Christi en estas rep­re­senta­ciones basado en «Los colo­quios espir­i­tuales y sacra­men­tales» de Fer­nán González de Eslava, Méx­ico 1877, además de citar los datos del domini­cano Pedro Hen­r­ríquez Ureña en el estu­dio «El Teatro de la América Española en la Época Colonial»

DANZA DE LA MON­TEZUMA CABEZONA
 La danza de la Mon­tezuma Cabezona de La Villa de Los San­tos es una manifestación que al describirla no podemos señalar propi­a­mente por su carác­ter histórico, ya que no refleja, como es el caso de la Mon­tezuma Española, alguna his­to­ria sobre la con­quista u otro hecho. Es de carác­ter reli­gioso com­pro­bado y de la cual se tiene muy poca infor­ma­ción sobre sus orígenes

DANZA DEL TORITO
 En La Villa de Los San­tos una de las dan­zas que tiene relación con el tra­bajo es pre­cisa­mente la que rep­re­senta la faena del vaqueo. Existe desde tiem­pos remotos una danza que rep­re­senta la faena del ganadero. Un grupo de vaque­ros campesinos atavi­a­dos con «man­tos» mul­ti­col­ores que dan­zan ante la embestida de un toro rep­re­sen­tado por un «armatoste» de madera y tela.

DAN­ZAS DE LAS ENANAS
 El caso de la man­i­festación que se da en Panamá cono­cida como Danza de Las Enanas, antag­on­iza con esta danza de gigantes al igual con los gigantes que hoy día mantienen vigen­cia en Guatemala. La par­tic­i­pación de estos ele­men­tos, sin duda alguna, poseen orí­genes muy remo­tos que en la actu­al­i­dad no han sido esclare­ci­dos y que requieren estu­dios espe­cial­iza­dos para ello.

DANZA DEL ZARA­CUNDÉ O CUENECUÉ
 Era una danza propia del martes de car­naval y era bailada por indi­vid­uos racialmente negros o tal vez por mulatos o zam­bos. La pres­en­cia del grupo racial negroide en esta zona car­ac­ter­i­zado por el grupo humano his­pano indí­gena se explica por la insti­tu­ción colo­nial de la esclavitud.

DANZA DE LOS GAL­LOTES O LOS GALLINAZOS
 La trama prin­ci­pal es satírica y cómica puesto que proviene de un caso o his­to­ria donde «se encon­traba un día un gal­lote o gal­li­nazo en su vuelo de rutina buscando algo para comer y encon­tró en un potrero un burro que parecía muerto y que este gal­lote veía como una buena presa en respuesta al ham­bre que profesaba en ese instante. Se lanzó el gal­lote sobre el burro y picó como acostumbra a cualquier animal.

MOJI­GAN­GAS Y PARRAMPANES
 Las moji­gan­gas y los par­ram­panes que par­tic­i­pan en estas cel­e­bra­ciones del Corpus Christi en La Villa de Los San­tos, no tienen car­ac­terís­ti­cas de representación con par­la­mento, ya que con­sis­ten en una satírica forma de crítica en forma de bailes. No se les denom­ina como una danza, más bien es un grupo de bailar­ines enmar­ca­dos que rep­re­sen­tan a per­son­ajes de la vida común del pueblo, a los cuales a través de for­mas grotescas y bailes satíri­cos se le hacen críti­cas. Estos per­son­ajes en tiem­pos remo­tos podían ser, el Alcalde, el Cura del Pueblo, una pareja en mat­ri­mo­nio, etc.
HISTORIA
Un 1 de noviem­bre de 1569, se real­iza  la esper­ada fun­dación, aquel Día de Todos Los San­tos, de allí es donde proviene su nombre. Según tes­ti­mo­nios, 18 fueron los fun­dadores y la elec­ción capit­u­lar de la misma fecha del hecho, lanza los sigu­ientes resultados: ·         Los Ali­a­dos Ordi­nar­ios de la Fun­dación de La Villa de Los San­tos: Fran­cisco Gutiér­rez quien fue escogido como Alcalde, y Pedro Martínez de Montenegro. ·         Sus Regi­dores: Manuel de Bar­rios, Ben­ito de Oballe, Fran­cisco de Esco­bar y Ambro­cio Rabelo. ·         El Escrib­ano: Alonso Jiménez. Ya acon­te­cido el esper­ado acon­tec­imiento fun­da­cional, a espal­das prác­ti­ca­mente, la nueva población no podía con­tar con la aprobación y autor­ización de la autoridad natariega, Rodrigo de Zuñiga Alcalde de Natá desde los tiem­pos de Pedrarias, arma su gente y sin dar espera al reposo de su plan de acción se dirigió a Los San­tos entre los días 2 y 5 de noviem­bre encon­trán­dose con 38 hom­bres rebeldes, sumán­doles las cabezas de famil­ias, siendo estos una vein­tena de hombres más bien armados de lanza, espadas, arcabuces y ballestas, dis­puestos a pre­sen­tar resisten­cia a los natarie­gos, a quienes no se les descifra la can­ti­dad de hom­bres que lle­ga­ban a desmon­tar el com­pli­cado proyecto de fun­dación. El encuen­tro se pro­dujo en un lugar fuerte y estre­cho junto a la que­brada lla­mada La Rabelo; luego después del force­jeo, los san­teños cabecil­las fueron pre­sos en una cár­cel en la ciu­dad de Natá. El alcalde de La Villa de Los San­tos, Don Fran­cisco Gutiér­rez, prin­ci­pal cabecilla fue con­de­nado a morir en la horca, luego de haber sido arrastrado por las calles de Natá; mien­tras que a Fran­cisco de Esco­bar y Manuel Bar­rios se les con­denó a diez años de destierro del tér­mino de la ciu­dad de Natá. Los San­teños apelan a la Real Audi­en­cia y las sen­ten­cias que el Alcalde de Natá les había impuesto a los prin­ci­pales fun­dadores no se lleva a cabo. El pleito entre Natá y la recién fun­dada Villa, dura aprox­i­mada­mente cinco años, hasta que la Real Audi­en­cia dicta un fallo favor­able y ordena así mismo que Los San­tos tenga cat­e­goría de Villa, segu­ra­mente para no defrau­dar a los descon­tentos natarie­gos. La sen­ten­cia en grado de revista que con­fería a Los San­tos la cal­i­dad de Villa, con­fir­mando su fun­dación, tenía fecha de 10 de noviem­bre de 1573. La fun­dación san­teña desem­peñó un papel deci­sivo en el pro­ceso expan­sivo his­pánico en el inte­rior del país y, con­se­cuente­mente, en el afi­an­za­miento y exten­sión del espíritu de nues­tra raza mes­tiza. Fue cen­tro de expan­sión col­o­nizadora hacia el occi­dente del Istmo, en direc­ción a Ver­aguas, y hacia el sur en direc­ción a Azuero, cuyos ter­ri­to­rios lenta­mente fue ocu­pando la onda expan­siva. Y la influ­en­cia duc­tora del núcleo san­teño como eje de la vida económica y social llega hasta la ter­mi­nación del período colo­nial para volver a imponer su pujanza y dinamia cre­ativa en el Grito de Inde­pen­den­cia del 10 de noviem­bre de 1821. Puede decirse sin lugar a dudas que el espíritu lib­er­tario de 1821 tiene sus raíces más pro­fun­das en aquel 1 de noviem­bre de 1569. La Fun­dación de la Villa de Los San­tos, se lleva a cabo sin los req­ui­si­tos indis­pens­ables de la leg­is­lación que per­mitía efec­tuar estos actos por lo que da mar­gen a que las autori­dades natar­ie­gas renieguen de ello y acusen a los san­teños de «usurpación de juris­dic­ción ajena», ya que no poseían licen­cia para tal fin. En 1579 los san­teños obtienen la real cédula que les per­mite que un acto espon­tá­neo se con­sti­tuya en un acto legal y lograra así obtener el título de Villa de Los Santos. Fue fun­dada con el nom­bre de Santa Cruz por los años 1555 a 1556, por orden del Gob­er­nador de Panamá Juan Rodríguez de Monjaraz.